Tiempo de calor, tiempo de refrescantes zumos. Son sencillos de hacer, nos recomponen y rehidratan y llenan nuestras papilas gustativas de todo tipo de matices.
Y si además los productos que empleamos son de nuestra propia cosecha nos lo beberemos aún con mayor satisfacción ¿verdad?
Hoy, en el blog de Rocalba, te ofrecemos varias ideas muy sencillas para elaborar refrescantes zumos de verano que incluyen frutas y hortalizas que puedes plantar en tu balcón o jardín: fresas, zanahorias y tomate.
Zumo de fresas
Puedes cultivarlas en cualquier pequeña maceta. Intenta que sea con una cama de paja para que el fruto no toque el sustrato y pueda enfermar. Lava tus fresas y lícualas.
Añádeles leche de vaca o de soja hasta que quede con la textura que desees, más líquida o menos. Si te gustan más dulces que ácidas, puedes añadir algún endulzante, desde el clásico azúcar hasta panela u otros endulzantes naturales.
El zumo de fresas, además de refrescarnos, es una magnífica fuente de vitamina C, con efectos antioxidantes y antiinflamatorios, depuradora y reguladora del tránsito intestinal.
Zumo de zanahoria y manzana
La zanahoria es muy fácil de cultivar y puedes hacerlo casi durante todo el año. Solo necesitas que la maceta sea bastante profunda.
Además, se trata de un cultivo muy saludable, pues aporta betacarotenos, potasio y fósforo a nuestro organismo.
Tanto esta hortaliza como la manzana son diuréticas, así que se trata de una combinación perfecta para ayudar al cuerpo a la eliminación de los líquidos que tanto acumulamos durante los meses de calor.
Corta las zanahorias, la manzana (quítale las semillas y el corazón) y mételas en la licuadora. Puedes añadirle una pizca de jengibre.
Zumo de zanahoria y plátano
Si en lugar de manzana, optamos por añadir plátano a nuestro zumo de zanahoria, tendremos como resultado un zumo más espeso y dulce. Añade agua o leche a esta receta para que sea más ligero.
Zumo de tomate
Un zumo clásico, no por ello menos interesante. El tomate es sin duda uno de los “must” de los huertos urbanos, una de esas hortalizas con las que se suele comenzar a cultivar, con múltiples variedades distintas para elegir y para degustar sus diferentes matices de sabor.
Rico en antioxidantes, este zumo se compone solo del jugo del tomate, si bien puedes añadirles apio, perejil y pimienta. Pélalos y a la licuadora. Siempre triunfa, especialmente cuando nos apetece un zumo fresquito que no sea necesariamente dulce.
¿El invitado en esta lista? El gazpacho. Esta sopa fría y nutritiva podría bien formar parte de este recetario por tipo de elaboración. Pimiento, tomate, pepino, ajo… ¡Todo ello puedes recolectarlo de tu propio huerto urbano! Licua bien todas las hortalizas, mézclalas y añade una pizca de sal. Para que esté aún más fresquito, puedes añadirle unos cubitos de hielo y consumirlo como un aperitivo.