Nos encanta su aroma y sus colores, que hacen de cualquier jardín o paisaje un lugar relajante, colorido y singular. ¿A quién no le gusta la lavanda? Tú mism@ puedes sembrarlas en tu balcón, terraza o jardín para disfrutar de ellas, pero también para dar rienda suelta a tu pasión por las manualidades, la artesanía y la cosmética natural.
¿Cómo? Hoy en el Blog de Rocalba te explicamos cómo hacer un jabón casero de lavanda desde cero: una forma de cuidarnos y de contar con productos cosméticos y de aseo empleando nuestros propios recursos y apostando por métodos sostenibles que respeten el entorno que nos rodea.
Cultiva tu lavanda a partir de semillas
Si quieres disfrutar del proceso desde el principio, primero tendrás que cultivar la lavanda a partir de semillas. Se trata de una planta fácil de cuidar dado su carácter rústico. Lo importante es que la siembres en un lugar donde reciba sol directo la mayor parte del día y evitar regarla demasiado. Ten un poco de paciencia y cuida de tu lavanda, y poco a poco verás maravillosos resultados.
En cuanto haya crecido y tenga flores será el momento de la recolección. Corta varios tallos con flor.
Obtención del aceite esencial de lavanda
Para poder elaborar el jabón necesitaremos crear el aceite que concentre su aroma y sus propiedades para la piel. Para ello tendrás que secar los tallos retirados de la planta y picarlos.
Mételos en un frasco y cúbrelos totalmente de aceite vegetal (elige el que más te guste). Ahora deja el frasco durante al menos 40 días en un lugar soleado para que macere. Debes moverlo cada día. Una vez pase este tiempo deberás pasar el aceite resultante por un colador y guardarlo en un frasco oscuro. Si es un recipiente con con cuentagotas, mucho mejor.
Cómo elaborar el jabón de lavanda
Ya tenemos el ingrediente clave, nuestro aceite de lavanda totalmente natural.
Para elaborar el jabón vamos a optar por una receta rápida que además evite el uso de la sosa en casa. Tan solo necesitaremos una pastilla de glicerina vegetal que derretiremos al baño maría o en el microondas.
Cuando ya esté líquida añadiremos las gotas del aceite de lavanda (unas 15-20), y si queremos podemos añadirle unas flores secas de lavanda y colorante natural.
Remuévelo todo y vierte la mezcla en moldes para jabón.
Déjalo enfriar y ¡a disfrutar de tu producto casero y natural!