La vitamina C es el aliado perfecto para proteger nuestro sistema inmunológico durante las estaciones de otoño e invierno. Seguro que durante estos meses cítricos como la naranja no faltan en tu dieta diaria, pero ¿sabías que tienes a tu disposición un gran número de verduras ricas en vitamina C?
En este artículo, vamos a hablarte de algunas de estas verduras, sus beneficios y cómo pueden potenciar tus defensas de manera natural.
Las verduras ricas en vitamina C tienen la capacidad de estimular la producción de glóbulos blancos, que son esenciales para combatir infecciones. Además, la vitamina C es un antioxidante que combate los radicales libres y protege las células del cuerpo. Al incluir estas verduras en tu dieta, estás fortaleciendo naturalmente tu sistema inmunológico, lo que te ayuda a combatir los resfriados y enfermedades de temporada.
El brócoli, las coles de Bruselas, el Kale o los pimientos rojos son ejemplos de verduras cargadas de Vitamina C que no deben faltar en tu huerto, pero tampoco en tu despensa.
Brócoli: es una fuente abundante de vitamina C, con aproximadamente 89 mg por cada 100 gramos de brócoli. Pero además de vitamina C tiene un alto contenido en fibra y otros nutrientes como la vitamina K, A, B6, Ácido Fólico y minerales como el potasio. Estas propiedades le han otorgado la condición de superalimento lo que se suma a su versatilidad en la cocina puesto que podrás disfrutarlo de diversas formas, al horno, en cremas o incluso en ensaladas.
Kale: es una de las verduras más ricas en vitamina C. Proporciona alrededor de 120 mg de vitamina C por cada 100 gramos. También es una excelente fuente de vitamina K y calcio, lo que la convierte en una aliada para la salud ósea. Su textura rizada y sabor suave la hacen ideal para batidos verdes, ensaladas o chips.
Col de Bruselas: estas pequeñas aportan aproximadamente 62 mg de vitamina C por cada 100 gramos. Además, son ricas en fibra y vitamina K, lo que las hace beneficiosas para la digestión y la salud ósea. Su sabor ligeramente amargo se suaviza al cocinarlas, lo que las hace deliciosas en guisos y asadas al horno.
Pimiento Rojo: su contenido de vitamina C es de 127 mg por cada 100 gramos. Son además ricos en antioxidantes, que combaten el daño celular y el envejecimiento. Lo utilizarás en mil y una recetas porque es uno de los alimentos básicos de nuestra dieta mediterránea.
Perejil: es una sorprendente fuente de vitamina C con 190 mg por cada 100 gramos. Esta aromática destaca además por ser una gran fuente de hierro, calcio y vitamina A. Es otro de los alimentos que no deben faltarnos, de hecho, según apuntan los expertos, consumir 25 gramos de perejil fresco al día nos aporta un 70% de la cantidad de vitamina C recomendada.
Estos son sólo algunos ejemplos a tener en cuenta, pero hay muchos más eso sí recuerda que para que nos aporten el mayor número de vitaminas es importante comer siempre todas estas verduras en crudo o al vapor puesto que el calor reduce considerablemente su aporte vitamínico.
Aprovecha esta temporada para disfrutar de estas verduras y si todavía no forman parte de tu huerto sigue nuestro calendario de siembra para que no te falten.