Aprovechar enero para apostar por una alimentación más mediterránea y saludable es uno de los propósitos más recurrentes al acabar un mes de excesos como lo es el mes de diciembre. Nosotros arrancamos enero con una clara apuesta: ¡todo al verde! Elegimos tres de las verduras más habituales y a las que, precisamente por ello, prestamos poca atención, os contamos todo lo que debéis saber de: la lechuga, la espinaca y la rúcula.
Incluir verduras y hortalizas verdes como la lechuga, las espinacas y la rúcula en nuestra dieta diaria es esencial para mantener una buena salud debido a sus propiedades y beneficios nutricionales. Además, estas verduras son fáciles de cultivar y están disponibles durante gran parte del año.
La lechuga: Lactuca sativa
La lechuga pertenece a la familia de las compuestas. Es una planta bienal o perenne que se cultiva en climas templados y subtropicales. Entre las variedades más conocidas de lechuga se encuentran la lechuga Romana, la lechuga Maravilla y la lechuga de Hoja de Roble, ahora bien existen más de 100 variedades diferentes.
La lechuga se consume en todo el mundo, y es especialmente popular en la cocina mediterránea, asiática y estadounidense. Para cultivar lechuga, es necesario elegir un lugar con buena exposición solar y un suelo bien drenado. Es posible sembrar lechuga directamente en el jardín, o en macetas si el clima no es el adecuado. La lechuga se puede sembrar en primavera u otoño. Para cuidarla, es necesario mantener el suelo húmedo y no permitir que se desarrollen malas hierbas. Además la lechuga se puede sembrar junto con otras hortalizas como las espinacas, las acelgas o los rábanos.
La espinaca: Spinacia oleracea
La espinaca pertenece a la familia de las quenopodiáceas. Entre las variedades más conocidas de espinaca se encuentran la espinaca Matador o la Viroflay.
Para sembrar espinacas basta con reservar un pequeño espacio en el jardín o directamente cultivarlas en maceta. Para ello conviene buscarles un lugar soleado y mantener el sustrato húmedo, pero sin encharcar. Una de las ventajas es que las espinacas se pueden sembrar y cosechar durante todo el año. Es compatible con la familia de las coles, apios, cebollas, fresas y lechugas, sin embargo no se recomienda cultivar junto a las acelgas.
Es importante mencionar que la espinaca es una de las hortalizas que más rápido se pueden cultivar, ya que solo necesita entre 21 y 30 días para estar lista para la cosecha. Es una planta que se puede cultivar en casi cualquier clima y suelo, lo que la hace una excelente opción para los jardines de hortalizas en el hogar.
Entre las características poco conocidas de la espinaca, se encuentra que es una excelente fuente de hierro, magnesio y calcio. Además, contiene antioxidantes y vitamina K, lo que la convierte en una excelente opción para la salud. de hortalizas en el hogar.
La rúcula: Eruca sativa
La rúcula pertenece a la familia de las crucíferas y es rica en vitamina C, vitamina K, y antioxidantes. También es una buena fuente de calcio y hierro. La rúcula se puede cultivar durante todo el año, pero su temporada de siembra y cosecha principal es de primavera a otoño. Un dato curioso sobre la rúcula es que se ha utilizado desde la antigüedad como un afrodisíaco.
Para sembrar rúcula, nos bastará con una pequeña superficie, pues es una planta que no requiere mucho espacio, como las anteriores, requiere de situaciones luminosas y suelos húmedos, pero sin exceso de agua. Como dato curioso un exceso de sol, hará que sus hojas tengan un sabor amargo, por lo que conviene sombrearlas en pleno verano para que no amarguen. Es compatible con las hortícolas de verano como berenjenas, calabacín, pimientos y tomates.
En resumen, incluir verduras y hortalizas verdes como la lechuga, las espinacas y la rúcula en nuestra dieta diaria es esencial para mantener una buena salud debido a sus propiedades y beneficios nutricionales. Además, estas verduras son fáciles de cultivar y están disponibles durante gran parte del año. En nuestro catálogo encontrarás diferentes variedades ¡elige las que más te gusten!