Cuando comenzamos con un huerto, ya sea en un jardín o en nuestra cocina, lo primero en lo que pensamos es en hortalizas, verduras o aromáticas. Pero ¿has pensado en sembrar flores comestibles?

Existen muchos tipos de plantas cuyas flores son comestibles, y podemos utilizar para dar un toque de sabor y color a nuestros platos. Cultivarlas en es muy sencillo, te contamos todo sobre cómo cultivar capuchinas y caléndulas en casa.

¿Flores medicinales?

Las flores comestibles han sido utilizadas durante siglos en la cocina y la medicina natural. Además de aportar color y sabor a nuestras recetas, tienen beneficios nutricionales muy interesantes. 

La capuchina es rica en vitamina C, A y hierro. La caléndula por su parte contiene una variedad de compuestos bioactivos como flavonoides, con efectos antioxidantes y antiinflamatorios, carotenoides y triterpenos. Durante años ha sido utilizada en cremas y ungüentos por sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes para aliviar afecciones cutáneas como eccemas o quemaduras. 

Capuchina y Caléndula: flores originales y deliciosas 

La capuchina (Tropaeolum majus) y la caléndula (Calendula officinalis) son fáciles de cultivar, requieren pocos cuidados, y son ideales para apostar por crear un colorido jardín y una cocina llena de sabor.

Cultivar flores comestibles es muy sencillo, y no necesitas gran espacio, puedes cultivarlas en macetas en tu cocina, en jardineras en un balcón, crear un precioso jardín vertical junto con otros cultivos, o directamente en tu huerto. 

Además, contribuyen a la biodiversidad atrayendo a polinizadores y actúan como repelente natural de insectos, por lo que son ideales para asociarlas con otro tipo de hortalizas como las patatas o los tomates.

Consejos para el cultivo de flores comestibles

  • Evita pesticidas y fertilizantes químicos, ya que consumirás estas flores.
  • Cosecha por la mañana, cuando las flores están más frescas y conservan mejor sus propiedades.
  • Lava bien las flores antes de usarlas, y sécalas agitándolas suavemente sobre un papel absorbente.


Capuchina: la explosión del wasabi

La capuchina es una flor comestible con un color espectacular que varía con tonos naranjas, amarillos y rojos. Las hojas y flores frescas de la capuchina tienen un sabor picante similar al de los berros y al del wasabi.  Las flores agregarán un toque picante a tus recetas y las semillas verdes se pueden picar y usar como especia. 

Cuidados de la capuchina

  • Luz: la capuchina prefiere la luz del sol.
  • Riego: moderado, prefiere un suelo ligeramente húmedo, aunque puede llegar a tolerar el bajo riego.  
  • Suelo: ligero y bien drenado. 
  • Propagación: muy fácil de cultivar a partir de semillas. Podrás cosechar las primeras flores a partir de la segunda o tercera semana.

 

Caléndula: aromatiza tu vinagre

La caléndula es otra flor comestible ampliamente utilizada en la gastronomía y la cosmética natural. Sus pétalos de color amarillo o naranja brillante no solo embellecen el jardín, sino que también aportan un toque especial a infusiones, ensaladas y guisos. Tiene un sabor ligeramente picante, y se suele utilizar para aromatizar el vinagre.

Cuidados de la caléndula

  • Luz: adora el sol directo.
  • Riego: moderado, evita siempre que no se encharque. 
  • Suelo: fértil y bien drenado.
  • Propagación: se siembra fácilmente por semillas y podrás disfrutar de su sabor tras 10 días. 

Otras flores comestibles gourmet que puedes cultivar

Si te interesa crear un jardín floral comestible, conoce la colección de flores comestibles de Rocalba. Además de la capuchina y la caléndula, encontrarás: begonia, aliso, malva, antirrino o boca de dragón, pensamiento, centaurea, clavel chino, alhelí, tagete y flor de albahaca. 

Usos culinarios de la capuchina y la caléndula

Incorporar estas flores comestibles en la cocina es sencillo y aporta un toque gourmet a cualquier receta. 

  • Ensaladas frescas: los pétalos de caléndula y las flores enteras de capuchina aportan color y sabor picante. 
  • Infusiones y tés: la caléndula es excelente para preparar una infusión digestiva y relajante.
  • Decoración de postres: usa los pétalos de las flores para decorar tartas, galletas o smoothies
  • Platos salados: se pueden añadir a tortillas, tostadas, salsas y vinagretas para aportar un toque picante. 
  • Aceites y vinagres aromatizados: tanto la caléndula como la capuchina pueden macerarse en aceite de oliva o vinagre para aportar aroma y propiedades beneficiosas.
  • Helados y sorbetes: los pétalos de caléndula pueden dar un toque exótico a postres fríos.
  • Mantequilla floral: mezclar pétalos triturados con mantequilla para untar en pan tostado o galletas.

Si aún no has probado las flores comestibles, ¡anímate a incluirlas en tu huerto y en tus platos! Tu jardín y tu paladar te lo agradecerán.